Cláusula contractual que, en virtud de lo dispuesto en la Ley de Arbitraje 60/2003 (reformada por la Ley 11/2011), permite la solución privada de asuntos que sean de libre disposición de dos o más empresas, mediante la decisión de un tercero que desarrollará una función de árbitro independiente. Habitualmente, los contratos de franquicia incluyen este tipo de cláusulas.