Pacto establecido verbalmente entre las partes, sin que quede plasmado en documento acreditativo alguno, público o privado, basándose su vigencia en la palabra dada por los acordantes. Aunque son perfectamente legales, plantean un gran problema ya que es complicado probar su existencia en caso de incumplimiento. El acuerdo tendrá validez siempre y cuando el contenido se pueda demostrar mediante cualquier medio admitido por el Derecho.