Garantía que un tercero llamado avalista ofrece frente a una obligación económica propia ante la que se subroga para atenderla. En los acuerdos de franquicia se suele exigir al franquiciado la presentación de avales al franquiciador para que éste vea cubierto el riesgo propio de las operaciones de suministro o de cualquier deuda que por otro concepto pueda llegar a tener frente a él o a terceros vinculados.