Prácticas objetivamente deshonestas y formalmente contrarias a los principios de la buena fe que deben aplicarse en actividades comerciales y empresariales en general y que son empleadas para conseguir una ventaja alevosa sobre la competencia. Este tipo de prácticas comerciales quedan reguladas por la Ley 3/91 de 10 de enero de Competencia Desleal. También denominada competencia ilítita.