Inversión promedio en la apertura de una unidad de negocio de una determinada enseña. Se calcula dividiendo la inversión realizada por la totalidad de los franquiciados entre el número de establecimientos franquiciados que tiene la red. No se contempla en su cálculo la inversión realizada por el franquiciador en unidades propias en tanto la inversión de apertura suele ser en este caso inferior a la correspondiente a un franquiciado pues no incluirán los derechos de concesión y los márgenes de beneficio de ciertas partidas que sí se aplican en las franquicias. No obstante, tampoco deja de ser poco habitual que el franquiciador realice inversiones más elevadas en la apertura de sus negocios propios, en tanto los primeros establecimientos de su propiedad, por su condición de insignia de la marca y requerirse sus instalaciones en funciones de pilotaje y formación de franquiciados, son de mayores prestaciones y dimensiones o no han sido objeto aún de los planes de optimización de las inversiones de adecuación que sí se aplican ya en la franquicia.