Expresión empleada para definir aquellos aspectos en los que el franquiciado tendrá libertad de decisión y de actuación en el marco de la relación franquiciada que asume con el otorgamiento de su contrato. La operatividad de la franquicia, de acuerdo con las especificaciones establecidas en los correspondientes manuales, no supone la falta de autonomía empresarial y que el franquiciado se vea condicionado en su adopción de decisiones.